22/7/12

El libro que no puede esperar



La agencia de publicidad Drafffcb y la editorial argentina Eterna Cadencia quieren poner a la venta, o al menos así lo publicitan, la reedición especial del libro titulado "El futuro no es nuestro" que resulta una experiencia curiosa. Está impreso con una tinta especial (sin fijadores ni aceites) que se degrada al contacto con el aire y el sol en unos dos meses. Una vez extraido el volumen de la bolsa en la que se vende, tenemos ese tiempo para leerlo o, de lo contrario, los textos desaparecerán poco a poco y nunca tendremos oportunidad de hacerlo. Cuando el texto ha desaparecido nos queda una agenda en blanco. Obsolescencia programada literaria.

Puede considerarse esta experiencia como la recreación física en papel de un efecto habitual en la literatura digital que es la de leer contra el tiempo controlado por el ordenador. Eso sí, aquí no es posible rearrancar el programa.

La editorial piensa que esto incentiva la lectura ya que, sabiendo que se tiene un tiempo limitado, el lector se anima más a iniciar la lectura. Aunque, quizá, anime al fotocopiado previo, más bien.

El coste de fabricación es alto, de unos 50 dólares según las noticias, pero el precio de promoción previsto es de sólo 0,4 euros porque ¿quién compraría un libro que no puede leerse varias veces o prestarse? Quizá para comprar una libreta que, por sí sola, costaría más que esos cuarenta céntimos.

Debido a este desfase económico, se plantea sólo como elemento publicitario temporal.




1 comentarios :

Anónimo dijo...

un libro que no se puede releer no es digno de tal nombre!